El proceso de arreglar y adaptar las músicas tradicionales, hoy día etiquetado como “músicas del mundo”, no fue del todo reconocido durante los años 60-70. Es un enfoque que se ha desarrollado y generalizado a medida que la música tuvo más y más éxito aupado por un público cada vez mayor.
Bothy band en Irlanda, Allan Stivell y Malicorne para la música británica y francesa, Kolinda para la música húngara, por mencionar algunos… Los Incas abrió el camino para la música andina.
Durante miles de años la función principal de la música ha sido ritual. En muchos pueblos y tribus de todo el mundo, la música jugó un papel crucial en el apoyo a los momentos importantes de la vida: el nacimiento, el matrimonio, los ciclos estacionales, la muerte… por su poder para cambiar el estado emocional, y por lo tanto para ayudarles a superar estas etapas de la vida con más conciencia. Estos momentos suelen estar representados por melodías rítmicas con flautas y tambores cuyos ciclos repetitivos conducen a un estado de trance.
El significado etimológico de «musa» da la idea de magia, maravilla, inspiración, contacto con lo invisible. El mismo significado ha derivado en “diversión”… así como la sociedad moderna ha perdido su relación con lo sagrado. Hoy, sin embargo, la música está en todas partes, es necesaria y siempre juega su rol de vector de las emociones.
Jorge Milchberg tiene experiencia en la música clásica, y un rico bagaje musical proveniente de las muchas influencias relacionadas con su país de origen, Argentina, y todos los artistas con los que ha colaborado. Funcionó desde el comienzo de su carrera como director del conjunto Los Incas, arreglando y mejorando las melodías tradicionales. De alguna forma adaptada de música cuya función era ritual, por lo que están comprendidos y apreciados en los contextos actuales de escucha.
Este trabajo de adaptación es delicado, ya que requiere la captura del valor emocional de una melodía (que a veces es muy subjetivo) manteniendo su impulso original, junto con el desarrollo de los códigos artísticos contemporáneos. La melodía original permanece en el punto central, pero se desarrolla con el aporte de contra-cantos, nuevos instrumentos, encadenados con otras melodías complementarias.
La particularidad de Los Incas reside en la interpretación. Alejado de los clichés, Jorge siempre ha sabido (con la contribución de muchos músicos sudamericanos talentosos) re inventar una manera personal de interpretar estas melodías sin apegarse a la forma tradicional de tocar, así como también destacar la emoción que transmiten en la intemporalidad y más allá de las fronteras.
Con más de cincuenta años de carrera artística, Jorge Milchberg no ha perdido su visión y exigencia de músico clásico al servicio del repertorio tradicional andino, a menudo haciendo referencia a los grandes compositores como Bach, Mozart y muchos otros.
Esta visión artística se ha ido perfeccionando con el pasar de los años para convertirse en el estilo sofisticado que caracteriza hoy el sonido de Los Incas, ya sea en los temas y las canciones populares, como en composiciones originales.
El grupo también ha cambiado en la forma de tocar en directo no colocándose delante pero sí en el centro del público, con el fin de integrar los oyentes en la experiencia de la música para una mayor cercanía y unión.
De esta decisión de incluir al público y converger en el mismo punto nace un nuevo ritual: diferente en la forma pero similar al espíritu de las tribus tradicionales: vibrar al unísono en la intemporalidad.